julio 13, 2021

Una vez pasó...

Una vez caminé sola después de la media noche
por las calles de Reforma.

Para ser honesta, tuve miedo
aunque solo por 10 segundos después de dejar el hotel.

Pero crucé camino con muchas personas que iban,
que venían, que regresaban, que se quedaban.

Había Luna, pero mentía.
Decía que era para dos, pero solo estaba yo.
Decía que nunca antes había estado tan perfecta,

Pero mentía.

Porque no estabas tú. 

Y crucé varias calles con taxis llenos de historias.
Y sentí la tierra danzar,
había un viento sonoro, un viento del sur.
Un viento de hogar que nunca se extingue.

Sembraba pasos en línea paralela. Dejando un camino que nadie nunca volverá a andar.

Sabía que la vida me iba a pasar,
hallada en el mismo sitio,
rodeada de distancia,
sin ti.

En la justa medida del destino.

Y pensaba...

Ojalá me alcance el amanecer,
Ojalá podamos bailar,
Ojalá me puedas volver a mirar como aquella primera vez.

Hay una ciudad que tiene que ver como danzan tus pies,
y hay una Luna que tiene que saber que esta vez,
sí puede ser perfecto.