enero 16, 2013

Una de invierno.

          Hay personas que ríen
          y sospecho que hay muchas que lloran.

          Hay risas que liberan
          y labios que callan.

          Hay personas que entienden miradas
          y otras que equivocan palabras.

          Hay éxitos que placen
          y cuevas que extinguen.
          Hay razones que alteran la belleza
          y corazones que gustan de la esencia.

          Unos hacen del amor una costumbre
          y otros de éste un instinto.
          El amor una confusión
          El desconcierto un texto sin conclusión.

          Quizás no piensan, solo sienten.
          Quizás sienten mucho y por eso se hallan perdidos.

          Les dijeron que sonreír es amar
          y dar afecto es amistad.
          Les enseñaron que los "te quiero" se responden con "yo también".
          Y al escuchar, solo basta mirar.
      
          Les enseñaron a equivocarse.

          Alguien me dijo: ¡no camines, baila!
          Habrá quien diga que tengo sitios gastados dentro de mi.
          Que ya todos saben lo que pasa, menos yo.
          Que hay sentimientos que no se pueden ocultar.
          Y que mis palabras, para cuando termine de escribir, ya no serán asunto de nadie.

          Y existes tú, que una vez escuchaste aquella frágil e inaudible confesión,
          aquella urgente mirada atenta que acometió error tras error.
                
          Hay personas que sienten sin razón y escriben porque a ciertas horas del día 
        el amor consume como frenesí en descontrol.
        Hay personas que hallan un hogar.

Mis pensamientos no se irán, porque así se van las pasiones
y así, poco a poquito, se va yendo la vida.

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